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La sombra de la muerte capitulo 4. pecado mortal![]() CapÃtulo 4 PECADO MORTAL Ya faltaban 2 dÃas para el siguiente golpe de LA SOMBRA, asà que Daniel tenÃa que moverse con rapidez para evitarlo, pero… ¿cómo saber cuándo iba atacar el asesino? ¿Cómo saber a quién iba atacar? Rivas sabia el dÃa en que iba a atacar, pero le faltaban muchas cosas, ¿Cómo seleccionaba a sus vÃctimas?, ¿a qué hora atacarÃa? Muchas preguntas y pocas respuestas. RodrÃguez se encontraba en la oficina de Daniel hablando con él, ambos estaban bebiendo cafés mientras Rivas le explicaba a RodrÃguez sus teorÃas. Asà que crees que el tal José tiene algo que ver con todo esto he… Dijo rodrÃguez después de beber un sorbo de café, Daniel asintió con la cabeza, y luego bebió su sorbo de café, y prosiguió a explicarle algunas cosas. Veras… cuando estábamos en su cabaña pude notar que él estaba mintiendo, dijo ser solo un creyente de la religión esa que no se ni como se llama, lo cierto es que no es solo un creyente, a José le dio tiempo de esconder todas sus cosas espirituales antes de que nosotros llegáramos, y estoy seguro de que él estuvo en la escena del crimen de juan y si no me equivoco él sabe o mejor dicho él es el asesino. Cuando RodrÃguez escucho estas últimas palabras de Rivas, estaba tomando otro sorbo de café y se ahogó al escuchar dichas palabras. ¿Bromeas? ¿Lo dices en serio? Entonces… ¿Por qué coño no lo arrestamos? Daniel vacilo un momento antes de contestarle a RodrÃguez, esbozo una pequeña sonrisa y dijo. No tenemos pruebas comisario, solo tenemos suposiciones, pero… ya lo mande a vigilar tengo a dos oficiales que lo están vigilando desde ayer, si hace cualquier movimiento raro me lo informaran y daré la orden de que lo arresten, si es el hombre que buscamos actuara en cualquier momento y ahà lo agarraremos. RodrÃguez frunció el ceño y gruño era claro que no estaba de acuerdo con la idea de Daniel. No lo sé Daniel… esto no me parece buena idea y si ese tipo burla la vigilancia de nuestros oficiales y logra cometer otro crimen, el alcalde nos meterá nuestras placas por el culo y nos sacara del caso, ya he hablado con el alcalde y está furioso quiere la cabeza del asesino de su hija lo más pronto posible. Daniel sonrió mientras tamborileaba los dedos de su mano derecha, sobre el escritorio de caoba. Tranquilo comisario que yo tengo un haz debajo de la manga, además el alcalde no nos sacara de este caso, pase lo que pase el solo está furioso porque quiere justicia y lo entiendo pero no podemos a apresurarnos y cometer un error, lo que podemos hacer ahora es ir a ver al alcalde y hablar con el sobre su hija Sabrina y luego ir a la iglesia para hablar con el padre de por cierto ¿cómo se llama? Hay dos. Contesto el comisario. El padre Damián y el padre Santiago. Perfecto primero iremos a ver al alcalde luego iremos a la iglesia. La casa del alcalde sin duda era la casa más antigua, pero más elegante y conservada de todo el pueblo de vista al mar, la casa era conocÃa por el nombre de guipuzcoana. La casa era un patrimonio cultural, ya que en ella han vivido todos los alcaldes que ha tenido el pueblo de vista al mar. Objetos de lujos, muebles cómodos y admÃrales, adornos antiguos, ventiladores pegados al techo; entre otras cosas maravillosas, fue lo que vio Daniel al entrar a la casa del alcalde. Daniel y RodrÃguez estaban sentados en los finos muebles de la sala de la casa, mientras la sirvienta buscaba al alcalde, y una vez que el alcalde llego a la sala los tres comenzaron a hablar. Usted debe ser el detective que la policÃa nacional mando para ayudarnos a atrapar al desgraciado que mato a mi hija. Dijo el alcalde dirigiendo su mirada a Daniel mientras tomaba asiento. Daniel asintió con la cabeza sin decir una palabra. Ummm ya veo, pero se ve muy joven, ¿cree que podrá con esto? ¿Tiene la experiencia necesaria? RodrÃguez contesto las preguntas del alcalde en lugar de Daniel. Con todo respeto alcalde fuentes, Daniel a pesar de ser joven es muy competente y posee una habilidad extraordinaria, quizás recuerde a su padre Pablo Rivas, unos de los mejores detective que ha tenido la policÃa nacional. El alcalde arqueo las cejas, quedando un poco sorprendido. Vaya. Asà que eres hijo de ese tremendo detective en ese caso retiro mis palabras y me presento formalmente, soy el alcalde Julián fuentes. Daniel esbozo una leve sonrisa antes de hablar. Soy Daniel Rivas y antes que nada déjeme decirle que el desgraciado que le hizo esa atrocidad a su hija pagara caro por eso. El alcalde lo miro con admiración y con un tono optimista dijo. Eso espero joven, en ti voy a depositar mi confianza, para que atrapes a ese asesino. Pero bien dÃgame ¿en que puedo ayudarles? ¿En que han avanzado? Daniel puso al alcalde al tanto de los pocos avances que habÃa logrado, pero no le revelo el nombre del sospecho, no querÃa que el alcalde diera la orden de arrestar a José y asà estropear el plan de Daniel. Luego de 20 minutos de charla, Daniel convenció al alcalde de que confiara en lo que estaba haciendo, el alcalde sin más remedio accedió a la petición de Rivas. Luego de eso Daniel comenzó a preguntar sobre Sabrina. DÃgame señor alcalde, ¿Cómo era su hija? Al alcalde el rostro se le torno triste, los ojos se le llenaron de lágrimas, pero se hizo el fuerte, se aclaró la voz antes de responderle a Daniel. Bueno ella era una mujer muy atractiva, con un carisma y una personalidad muy enternecedora, aspiraba convertirse en modelo, yo le estaba pagando un curso de modelaje. El alcalde tocio antes de proseguir con sus palabras. Ella tenÃa mucho futuro por delante, sus amigas al igual que yo están indignadas por esta tragedia. Daniel frunció el ceño se inclinó hacia delante y continuo con sus preguntas. Y dÃgame… ¿ella tenÃa novio o algo por el estilo? El alcalde frunció el ceño, luego opto una forma pensativa, tardo un minuto en responder. Por más que lo recuerde, creo que no tenÃa novio, bueno… al menos no que yo sepa, ella siempre se la pasaba mucho con sus amigas en especial, con patricia su mejor amiga, eran inseparables. Cuando patricia supo lo de Sabrina quedo devastada. RodrÃguez permanecÃa en silencio escuchando la conversación, no tenÃa nada que aportar hasta los momentos. ¿Y sabe dónde puedo encontrar a patricia? Pregunto Daniel, recostándose en el mueble. El alcalde vacilo unos segundos luego respondió. Claro ella vive en los arrecifes, está en los lÃmites del pueblo. Daniel quedo un momento pensativo y luego hizo otra pregunta. ¿Sabe si su hija tenÃa algún enemigo? ¿O alguien que quisiera hacerle daño? El alcalde respondió sin vacilar. ¿Mi niña? Ni de broma, ella era muy querida en todo el pueblo, era un ángel y muy cariñosa con las personas, a pesar de ser la hija del alcalde, no era una chica vanidosa, ni pedante, siempre era dada con la gente, cada vez que podÃa iba a la iglesia y ayudaba al padre Damián en lo que podÃa. Las respuesta del alcalde no estaban aportando nada importante a la investigación de Daniel y este ya estaba comenzando a pensar que habÃa perdido el tiempo en ir a donde el alcalde, pero al lugar de la conversación llego alguien inesperado. Un hombre cabello negro y corto, con dos tatuajes en ambos antebrazos, alto y fornido, una mirada que daba un parecido de ser alguien lleno de rabia y frustración, su manera de vestir era al estilo de un emo por asà decirlo; Era el hermano de Sabrina. ! Ha ¡Marcus por fin apareces. Dijo el alcalde en tono irónico. Señores este es mi otro hijo, como verán es todo un personaje excéntrico. Marcus fulmino con la mirada a su papa, luego dirigió una mirada desafiante hacia Daniel y esbozo una muy débil sonrisa, Daniel lo miro intrigado, luego cambio la mirada hacia RodrÃguez. ¿Quiénes son ellos papa? Pregunto Marcus con voz grave. El alcalde le respondió esta vez de una forma muy natural. ¿No te acuerdas del comisario rodrÃguez? Bueno apenas acabas de llegar de viaje y cuando te fuiste tenÃas apenas 10 años. Bueno en fin, conozcan a mi hijo, detective Rivas y comisario RodrÃguez. Rivas lo saludo con la cabeza, Marcus no le devolvió el saludo, unos segundos después Daniel le dijo algo ha Marcus que lo dejo sorprendido. ¿Estabas en el bosque? Lo digo porque traes tus zapatos llenos de tierra. Marcus fulmino con la mirada a Daniel y le dijo. Salà a dar un paseo, no estaba en ningún bosque. Daniel esbozo una sonrisa y luego le respondió. Vaya que coincidencia, tienes los pies llenos de tierra y de paso también tienes… Daniel se esforzó por mirar con más atención los zapatos de Marcus. Lodo… sà que extraño no hace mucho estuve en el bosque y cuando me dirigÃa a la última cabaña que registramos, el camino era de tierra amarilla, y habÃa un gran pozo de lodo y ahora que lo noto, pareciera que tú también estuviste por esos lados. Marcus se puso pálido, pero mantuvo la calma. En este pueblo hay muchos caminos con tierra y hay lodo por todas partes, debà pisarla en algún lado. Daniel al oÃr la respuesta de Marcus esbozo otra sonrisa y luego dijo. Seguramente es pura coincidencia. Luego de varios minutos de conversación, Daniel y RodrÃguez dieron por terminada su visita en la casa del alcalde, el alcalde los acompaño hasta la puerta junto con su hijo. Daniel y RodrÃguez se despidieron, pero cuando Daniel se acercó a Marcus para despedirse, percibió un leve olor, que ya habÃa olido antes. Daniel no quiso comentarle a RodrÃguez del pequeño detalle que vio o que percibió en casa del alcalde. Iban rumbo a la iglesia y ambos permanecieron en silencio en el corto viaje hacia la iglesia. Eran la 1 de la tarde y el tiempo estaba nublado, el sol estaba oculto por nubes negras que anunciaban dÃas de lluvia, pero aun asà eso no evito que los habitantes de vista al mar asistieran a la misa, que se llevarÃa a cabo con el fin de suplicar a dios que parara al asesino despiadado que anda aterrorizando el pueblo, el padre Damián sin duda querÃa aportar ayuda para que las personas conservaran la calma y no sucumbieran en el caos. A pocos minutos de que comenzara la misa Daniel y RodrÃguez lograron hablar con el padre Damián y el padre Santiago ambos, estaban dispuesto a colaborar con la policÃa en lo que pudieran. Buenas tardes padre Damián y padre Santiago. Dijo el comisario, y estrecho su mano derecha primero con el padre Damián y luego con el padre Santiago. Venimos porque queremos hacerles unas preguntas. El padre Santiago contesto a las palabras del comisario RodrÃguez. Adelante comisario estamos dispuesto a responder lo que sea con tal de ayudar a la policÃa. RodrÃguez vacilo un momento antes de hablar y le presento a Daniel a ambos. Él es el detective Daniel él es el encargado de del caso. Los dejare con él para que les haga algunas preguntas, yo mientras tanto iré a visitar a algunos conocidos que vi cuando venÃa entrando. Daniel les sonrió a ambos hombres y luego hizo su primera pregunta. DÃgame padre Damián ¿algunas de las vÃctimas se confesó con usted dÃas antes de morir? El padre Damián miro con rareza a Daniel y luego le respondió. La verdad no recuerdo ¿pero a qué viene esa pregunta? Daniel no vacilo al expresar sus razones por la cual hizo es pregunta. Tengo una leve sospecha de que quizás las victimas se confesaron antes de ser asesinados, he visto que las personas de aquà son muy religiosas, quizás algunos de ellos se confesó con algunos de ustedes, quizás algunas de las victimas le confeso que estaba en peligro de muerte. Al padre Damián no le gustaron las palabras de Daniel, pero contuvo su cólera, frunció el ceño, trago saliva y luego respondió. Sea o no cierto lo que dice ni el padre Santiago, ni yo le diremos nada, porque nosotros tenemos ética y de ninguna manera le diremos los secretos de confesión de las personas del pueblo. Daniel quedo en silencio, mientras el padre lo fulmino con la mirada. Yo si tengo algo que aportar. Dijo el padre Santiago. Hace pocos dÃas cuando estaba en la plaza haciendo unas compras, oÃ, que juan el vendedor de disfraces estaba comentándole a un tal José, que se iba a ver con un cliente misterioso y que no podÃa revelarle su nombre, pero que el cliente iba a pagar muy buen dinero por unas cosas que juan le consiguió. Daniel quedo sorprendido con el detalle que le revelo el padre Santiago, mientras que el padre Damián fulmino con la mirada al padre Santiago. Esto sà que es revelador, asà que José conocÃa a juan. Pensó Daniel, ya no le quedaba duda, tenÃa que interrogar a José cuanto antes. Gracias por su ayuda padre Santiago, ¿desea aportar algo más? El padre pensó por unos segundos, pero no recordó más nada que fuera de ayuda. La conversación entre Daniel y los padres de la iglesia, culmino con una disculpa por parte de Daniel por causarle molestias. Dime hija ¿porque estas tan cambiada conmigo? Pregunto Helena, madre de Andrea. Andrea estaba sentada en la cama de su cuarto viendo televisión, tratando de ignorar la pregunta de su madre, su madre se acercó y le sentó al lado, Helena quien era una mujer de 30 y tantos años, cabello largo hasta la cintura, de piel blanca como una porcelana, ojos grises, labios carnosos; en resumen era una mujer bien conservada y atractiva. Cariño, ¿Qué es lo que te tiene asà tan distante conmigo? Andrea miro a su madre con indiferencia, queriendo explotar, y decirle todo lo que se merecÃa, pero ella era muy fuerte, pero para que su madre no siguiera preguntándole, le dio una respuesta para salir del paso. No pasa nada mama solo tengo… el periodo y estoy de mal humor es todo. Helena se sintió rechazada, sabÃa que su hija estaba mintiendo, pero no le quedaba otra opción que aceptar la única respuesta que recibirÃa, se despidió de su hija y luego se fue a su cuarto, ahà la estaba esperando Andrés, este estaba en bóxer y viéndola con cara de que querer calentar la cama. Helena se sentó a un lado de la cama y dijo. Andrea esta extraña conmigo no sé qué le pasa. Andrés la rodeo con su brazo derecho y le dijo. Tranquila cariño seguramente esta estresada, sabes cómo son los adolescentes hoy en dÃa. Andrés comenzó a besar por el cuello a Helena, esta comenzó a sentirse caliente. No perdieron el tiempo y ambos comenzaron a hacer el amor con mucha intensidad. 2 dÃas después El dÃa del ataque habÃa llegado, Daniel sabÃa que contaba con pocas horas para detener al asesino antes de que atacara de nuevo. Se debatÃa entre la idea de confrontar a José o seguir vigilándolo, algo le decÃa que tenÃa que esperar un poco más. Eran las tres de la tarde y no habÃa ningún movimiento en la cabaña de José, Daniel habÃa hecho también un movimiento en secreto, mandar a vigilar a el hijo del alcalde fuentes, Marcus. Daniel tenÃa una corazonada de que Marcus y José podrÃan estar en compló. Las horas pasaban, y el dÃa se hacÃa más pesado y desesperante, Daniel estaba en la central de homicidios, esperando a que le informaran si los objetivos se movÃan. Eran ya las 6:30 de la tarde y ya la noche estaba cayendo como un manto negro cubriendo el pueblo de vista al mar, el terror se respiraba en el aire, los policÃas que vigilaban la cabaña comenzaban a sentir un poco de miedo, mientras que los policÃas que vigilaban la casa del alcalde estaban más pendiente de los callejones oscuros, por si alguien salÃa entre las sombras y los atacaba. Ya eran las 9 de la noche y no habÃa movimiento alguno. Esta sentado frente a su televisor, viendo una pelÃcula antigua, se siente fascinado con aquella escena donde un asesino apuñala a una joven dentro de una ducha, las cortinas del baño se llena de sangre y la misma se chorrea por el piso mezclándose con el agua. Se para y siente una leve inspiración. ¡Eso es! Magnifico, esplendido. Se coloca el manto negro, se pone la máscara negra pero esta vez le dio un estilo diferente la moldeo dándole forma de una calavera, se coloca sus guantes con mucha elegancia. Toma su daga brillante y filosa, toma las cadenas y el resto de las cosas que utilizara para perpetrar su crimen, se mira en el espejo y se dice a sà mismo. Como dirÃan los religiosos, réquiem est cette in pace. El padre Damián, estaba en la capilla rezando, luego de que termino se dirigió a descansar, pasó por la habitación del padre Santiago, y vio que este estaba arropado de pies a cabeza, la razón extrañamente un frio intenso comenzó a apoderarse de vista al mar, mientras la noche era más oscura y tenebrosa. Debà darle otra sabana el pobre debe tener mucho frio. Dijo el padre Damián lamentándose. Este esta rendido, asà que esta es una buena noche para escaparse. Esbozo una leve sonrisa y cerró la puerta de la habitación. Andrea y su padre habÃan salido de paseo, hacia el bulevar de vista al mar, dicho bulevar se encontraba a 20 minutos de la casa de Andrea, su padre decidió ir a tomar aire fresco y Andrea decidió acompañarlo, Andrés tenÃa una camioneta terios, asà que no habÃa ningún problema en volver a la hora que quisieran. Papa ¿qué es ese bolso negro que está en maleta de la camioneta? Pregunto Andrea intrigada. No es nada hija son solo mis herramientas de trabajo. Andrea olvido el asunto de la maleta en un instante, pero su padre exclamo unas palabras. ¡Mierda! Olvide llenar el tanque de la gasolina y está casi vacÃo. Cariño ¿te importarÃa esperarme unos minutos mientras lleno el tanque? Andrea accedió a su petición sin reproche y Andrés se marchó. Andrea estaba pensando en todo aquello que la atormentaba, pero dichos recuerdos fueron borrados, cuando horrendas imágenes llegaron a su mente, una figura femenina siendo atacada brutalmente por LA SOMBRA, trato de concentrarse en borrar esas imágenes, pero fue inútil, dichas imágenes culminaron bañadas en sangre. Marcus sabÃa que lo estaban vigilando, pero ya se las habÃa ingeniado para salir de su casa sin que su padre ni los sirvientes se dieran cuenta, la casa guipuzcoana tenÃa un pasadizo secreto que era en caso de emergencia, por si tenÃa que evacuar la casa. Asà que Marcus se deshizo de la policÃa fácilmente y se dirigió a su destino. Helena torres estaba acostada en la cama de su cuarto viendo televisión, luego escucho el timbre de la casa y se dirigió a ver quién era, abrió y no habÃa nadie, un escalofrió le recorrió el cuerpo, comenzó a temblar el frio que estaba haciendo afuera era intenso. Cerró la puerta y le paso seguro. Luego de que volvió a su cuarto sintió el mismo frio intenso, la piel se le puso de gallina, dirigió fu mirada hacia la ventana de su cuarto y esta estaba entre abierta fue, miro unos segundos y luego cerró la ventana y se viro. Al voltearse tenÃa parado frente a ella, nada más y nada menos que LA SOMBRA DE LA MUERTE, soltó un grito ahogado, pero la LA SOMBRA ataco con rapidez, con la mano derecha clavo su daga en el seno derecho de Helena, con la otra le tapó la boca con un pañuelo negro, empapado de éter, Helena tardo unos segundos en perder el conocimiento. El asesino comenzó a desnudar a Helena, para comenzar con su ritual admiro unos segundos el cuerpo atractivo de Helena, por su mente paso la retorcida idea de violarla, pero no podÃa darse el lujo de cometer un error tan grave. La daga del asesino comenzó a incrustarse en el cuerpo de Helena lentamente. Esta vez el asesino estaba siendo un poco más delicado, si asà se podrÃa decir. Luego de que el cuerpo de helena recibiera 66 puñaladas del asesino, este tomo el cuerpo y lo puso boca arriba en la cama, las sabanas se tiñeron de rojo y en el piso habÃa un charco de sangre, el asesino saco de un bolso unas cadenas y comenzó a ponérselas a el cuerpo de Helena, hasta que quedara en cadenada hasta el cuello, grabo el número 66 en la frente de la vÃctima con su filosa daga. Observo el cuerpo y vio que todo le estaba quedando bien, luego saco las velas negras y blancas y comenzó a colocarlas a los al rededores de la cama, en total fueron 30 velas, luego saco las monedas de plata y las esparció por todo el cuarto, por ultimo saco un sobre negro y lo coloco en los pechos de Helena. Luego de terminar con su vÃctima, LA SOMBRA se marchó sin dejar rastro alguno y sin testigo, solo la noche frÃa y tenebrosa era la única testigo de este nuevo crimen. Andrés volvió de echar gasolina a su camioneta y converso un buen rato con su hija. El padre Damián llego a su aposentos luego de dar un pequeño paseo por los al rededores de la plaza. Marcus volvió por el mismo pasadizo, sin que nadie lo viera. Y José aparentemente no salió de su cabaña en toda la noche. Eran ya las 12 de la noche, y Daniel seguÃa pendiente por si los policÃas a cargo de la vigilancia informaban de algo, el teléfono de su oficina sonó y el contesto. Buenas noches ¿diga? Busca en la casa de Helena Torres. Una voz distorsionada, le hablo por el auricular, Daniel quedo paralizado. ¿Quién es? Trancaron la llamada. Daniel llamo a RodrÃguez y lo puso al tanto de la situación, RodrÃguez sabia donde vivÃa Helena Torres, pidieron refuerzos y se dirigieron a la casa. Luego de haber llegado, Daniel saco su arma de reglamento, al igual que RodrÃguez, Rivas les dio órdenes a los oficiales de que rodearan la casa y que no dejaran que nadie saliera y que arrestaran a cualquiera que vieran como sospechoso. Daniel entro a la casa y exclamo. ! Señora Torres ¡¿está aquÃ? Daniel reviso la concina, el baño y por último se dispuso a entrar en el cuarto, la imagen que vio lo dejo paralizado, luego una cólera incontrolable le comenzó a recorrer el cuerpo, se sentÃa decepcionado. Daniel no espero a que los forenses llegaran y el mismo se puso unos guantes de látex y cogió el sobre negro y lo destapo con cuidado, RodrÃguez estaba parado al lado horrorizado con lo que estaba viendo. Daniel termino de sacar el contenido del sobre y vio que habÃa unas letras recortadas y pegadas en un papel blanco. Lo que leyó Daniel lo hizo maldecir más de una vez y darle golpes a la pared. La nota decÃa: LLEGAS TARDE FALLASTE, LA HEREJE FUE CASTIGADA POR SU PECADO MORTAL. ATT LA SOMBRA DE LA MUERTE. |
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