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La sombra de la muerte.caapitulo 2. la sombra


Capitulo 2
La sombra
El cuerpo de Antoni estaba amarrado con cadenas que a su vez estas estaban amarradas a la gran espada de la estatua del libertador, su cuerpo colgaba y se balaceaba lentamente. Eran alrededor de las 6 de la mañana y el cuerpo inerte del joven ya estaba pálido, dando impresión de que no tenia ni una gota de sangre en su cuerpo, los labios se le tornaron morados y su casi irreconocible rostro comenzaba a hincharse cada vez más y más.
Andrea como todas las mañanas salió temprano a caminar así aprovechaba y compraba el periódico. Su casa quedaba en el centro de vista al mar a tres cuadras de la plaza mayor, como los buces que pasan por la carretera principal comienzan a trabajar poco mas de las 6 y 30, ella decidió ir se caminando, le gustaba hacerlo y así pensaba mejor sobre aquellos problemas que la atormentaban.
Mientras Andrea caminaba admiraba el paisaje por las mañanas para distraerse, siguió caminando hasta darse cuenta que ya iba llegando a la plaza mayor, su pensado era sentarse en alguno de los bancos de concreto de la plaza y relajarse un poco a esperar que las personas abrieran sus locales.
Cuando Andrea llego a la plaza sintió algo de frio o mas bien escalofrió, la piel se le erizo, pero ella decidió hacer caso omiso a estas sensaciones, camino hasta unos de los banco de concreto y se sentó, soltó un suspiro y relajo su cuerpo miro hacia arriba y contemplo el cielo azul, se relajo mas aun y cerro los ojos y se quedo así por unos segundos, se incorporo de nuevo y fijo su mirada en algo que estaba colgando en la espada del libertador, se paro del banco y camino lentamente, el corazón le latía cada vez mas rápido a medida que su visión iba revelando lo que colgaba en la espada, solo un grito ahogado y se desmayo por la impresión.
Policías, prensa, gente aglomerada en el centro de la plaza, todas mirando el horrendo crimen que se había cometido, los policías intentaban alejar a la prensa y a las personas, mientras los forenses se encargaban de bajar el cuerpo del joven Antoni.
Andrea estaba custodiada por dos policías y frente a ella estaba el comisario rodríguez.
Dime Andrea ¿a que hora encontraste a la victima?
Andrea estaba llorando y las manos le temblaban trago saliva con dificultad y luego con voz quebrada respondió.
A… las 6 comisario.
El comisario aguardo unos minutos mientras Andrea se calmaba y prosiguió con sus preguntas.
De acuerdo. ¿Y que hacías a esa hora por la plaza?
La pregunta del comisario puso tensa a Andrea quien lo miro con miedo.
Bueno este… yo acostumbro a caminar todas las mañanas y hoy no fue la excepción, Salí camine desde mi casa hasta aquí…
Andrea trago saliva para poder continuar.
Me senté en unos de los bancos y luego fue que vi que había algo colgando en la espada del libertador y lo demás usted ya lo debe de saber me desmaye y juan el vendedor de mascaras me encontró y vio también a Antoni y los llamo a ustedes.
El comisario le dedico una sonrisa a Andrea para que ella no se pusiera más tensa de lo que ya estaba.
Bueno andreita quizás te llamemos a la central de homicidios para que declares mejor, Por ahora te puedes ir.
Andrea suspiro y le dedico una sonrisa forzada al comisario.
Juan el vendedor de mascara de 46 años hombre alto, cabello negro ojos marrones y una contextura musculosa, estaba rodeado por cuadro policía, mientras esperaba que el comisario viniera a interrogarlo.
Apenas vio que el comisario se le acerco juan opto por ponerse en una actitud defensiva para las preguntas que le haría el comisario rodríguez.
Tranquilo juan no vengo a culparte de nada, claro al menos que tu lo hallas hecho.
El comisario le sonrió mientras que a juan no le cayo nada bien la broma del comisario.
Si va a hacer preguntas hágalo de una vez comisario por que lo de bromista no le queda nada bien.
Juan frunció el ceño al igual que el comisario y sin vacilar rodríguez comenzó a preguntar.
¿Que fue lo que viste exactamente?
Juan soltó un suspiro antes de responder.
Bueno… como ya sabe yo trabajo aquí a los alrededores de la plaza, vendiendo mascaras, cuando fui a abrir mi negocio me fije que había alguien en el centro de la plaza tirada en el suelo, corrí a socorrerla y vi que era Andrea, siempre la veo todas las mañanas cuando vengo a abrir mi negocio. Luego mire hacia arriba y vi al chico colgando y sujetado con unas cadenas. De inmediato los llame a ustedes y eso es todo.
El comisario saco una pequeña libretica para anotar cada palabra que había dicho el vendedor de mascaras. Posterior a eso el comisario siguió con sus preguntas.
Y antes de eso ¿no viste nada inusual? ‘nada sospechoso? o ¿no escuchaste nada?
Juan frunció el ceño de nuevo como tratando de recordar algo.
No lo siento comisario pero no recuerdo haber visto o escuchado algo inusual.
El comisario soltó un suspiro en señal de decepción y dejo ir a juan.

Extraordinario, exquisito; incomparable ni Picasso pudo haber hecho una obra tan maravillosa como la que hice anoche.
El hombre se ve al espejo y sonríe se pasa la mano por el cabello y sigue riendo y hablando consigo mismo.
Nadie podrá detenerme cumpliré las ordenes de mi maestro.

El comisario le da un golpe a su escritorio con la mano derecha se levanta de su silla y le pide explicaciones al forense.
¿Como es posible? No puede ser que este crimen sea el mismo modus operandi, si es así entonces quieres decir que nos enfrentamos a un o a unos asesinos en serie
El forense dos santos un hombre de mediana estatura de piel sumamente blanca y ojos crises con una vestimenta al estilo de los médicos de crey anatomy, estaba parado frente al comisario.
Pues por lo que refleja el informe de esta nueva victima, temo decirle que el asesino es el mismo que mato a Sabrina fuentes. Las cadenas, las marca de 66 en la frente, las 66 puñaladas, todo nos indica que es el mismo asesino.
El comisario fulmino con la mirada al forense, trato de no creer lo que le decía, pero no podía tapar el sol con un dedo.
Esto es increíble, jamás ha habido un asesino en serie en vista al mar ¿Quién demonios estará haciendo esto y por qué?
El forense no tuvo una respuesta para la pregunta del comisario. La oficina quedo en silencio, hasta que el comisario rompió ese incomodo silencio diciendo.
Me temo que tendremos que recurrir a alguien que sea experto en estos casos, hare una reunión en la sala de conferencias, llamaremos a Rivas.

José estaba sentado frente a su altar fumándose un tabaco, su concentración la perdió al ver lo que el tabaco reflejaba, muertes y más muertes. Miro al cráneo negro que tenia en su altar y le dijo
¿Eso es lo único que me puedes decir? muertes y mas muertes.
José se paro y tiro el tabaco camino en señal de que estaba desesperado.
¡Pero no lo entiendo¡ ¿Qué mas es lo que debo hacer para que me des lo que quieres?
La frustración de José lo carcomía pero no le quedaba otro remedio sino esperar para luego actuar.

La sala de conferencia estaba habitada por el medico forense dos santos, el comisario rodríguez, el psicólogo Danilo Montañez, la fiscal Mónica colmenares; y dos policías que estaban parado en la puerta de entrada.
Todos esperaban en silencio a que llegara Daniel Rivas., pero dicho silencio fue roto cuando el comisario rodríguez hablo.
Ese Rivas es igual que su padre llega tardes a todas partes aunque su reputación lo prevalece por ser joven y resolver los casos mas complicados de asesinos en serie, no me agrada que tenga que hacerse esperar.
Todos miraron al comisario, pero Mónica mujer de 40 y tantos años, atractiva, cabello negro y largo con ojos azules como el cielo. Iba a decir algo pero en ese mismo momento que iba a hablar, Daniel Rivas entro en la sala de conferencia y sus primeras palabras fueron.
Disculpen todos por la tardanza es que me costó un poco llegar a la central de homicidios como verán el la primera vez que vengo aquí.
Daniel dirigió su mirada al comisario y lo saludo con la cabeza el comisario hizo lo mismo y le pregunto.
¿Como haz estado Daniel? Tiempo sin verte tu papa ¿como esta? también tengo tiempo sin ver a ese viejo amigo mio.
Daniel sonrió y le respondió con mucho agrado.
Estoy bien al igual que mi papa que por cierto te mando saludos.
Mónica detallo de pies a cabeza a Daniel, un chico de 23 años, cabello negro, estatura mediana, cuerpo bien definido, piel blanca y ojos de color negro.
¿Este es el tal Daniel?
Pregunto la fiscal Mónica con un tono de burla.
Daniel la miro de arriba abajo y con mucho respeto le dijo.
Lamento no ser lo que usted esperaba señora…
Mónica montañés.
Dijo Mónica presentándose formalmente.
El comisario interrumpió la conversación para ir al grano.
Bueno dejemos no de formalidades y vayamos al punto.

Una vez que el comisario puso al tanto a Daniel de lo que estaba pasando este acepto el caso, lo veía como un reto.
Bien… ya tengo la información necesaria para comenzar a trabajar en este caso así que manos a la obra antes de que alguien muera.
Las palabras de Daniel entusiasmaron al comisario quien tenía la esperanza de que el joven chico pusiera fin lo antes posible a esta pesadilla.


Al igual que la muerte de Sabrina la de Antoni no paso por alto los periódicos empezaban a comentar sobre la posible relación entre estos dos asesinatos. La prensa pedía explicaciones, las personas pedían justicia. Vista al mar de la noche a la mañana se convirtió en lugar de terror para sus habitantes pero lo peor estaba por venir.

5 días después
Durante 5 días Daniel juntos con la ayuda de la policía busco exhaustivamente pistas que lo llevaran a tener su primer sospechoso, pero fue inútil, con pocos testigos y con lo limpio que eran los crímenes por mas que lo detestara Daniel debía esperar que el asesino atacara de nuevo para ver a que se enfrentaba exactamente, la idea de esto lo hacia reventar en cólera.
Andrea estaba en su cuarto mas tranquila, aunque seguía recordando aquella horrorosa imagen. Eran cerca de las 8 de la noche, miro por la ventana de su cuarto y vio que las calles estaban desiertas nadie se atrevía a Salir de sus casas, el pánico había llegado a vista al mar. Andrea se desplomo en su cama para intentar dormir, pero… al cerrar sus ojos comenzó a ver unas imágenes de una persona siendo atacada por una sombra negra la imágenes fueron tan claras como ver una película de terror, Andrea se paro de golpe de la cama y corrió al baño de su cuarto abrió el grifo del lava manos y se hecho agua en la cara tratando de borrar esas imágenes, pero fue inútil las imágenes volvieron, hasta que no pudo mas y soltó un grito. Andrés el padre de Andrea un hombre de 40 y tantos años delgado, rubio, con ojos grises; corrió para ver que era lo que le ocurría a su hija. La vio tirada en el piso del baño tapándose los ojos y aterrada.
¿Cariño que te paso?
Pregunto Andrés nervioso al ver a su hija en shock
Papa vi algo espantoso.
Andrea lloraba de lo aterraba que estabas.
Pero ¿Qué viste cariño?
Andrea trago saliva con dificultad y voz quebrada le respondió a su papa.
Vi un hombre que estaba siendo atacado por una sombra, vi como le daba una puñalada tras otra fue una visión espantosa.
El papa de Andrea la ayudo a que se parara y luego trato de tranquilizarla y le dijo
Vamos cariño seguro fue una pesadilla y te asustaste tanto que pensaste que era una visión.
Esas palabras no convencieron a Andrea ella sabia lo que había visto, pero no pensaba discutirlo con su papa.

Juan el vendedor de mascaras estaba sentado en la pequeña sala de su casa esperando ansioso a su invitado, estaba bebiendo ron y tomaba un trago tras otro. El timbre de su casa sonó y él se paro rápido para abrirle a su invitado.
Por fin llegas estaba empezando a pensar que ya no vendrías pasa.
Juan hizo pasar a su invitado hasta la sala para mostrarle las cosas que habían acordado que juan le vendería.
¿Lo haz conseguido todo?
Pregunto el invitado mientras lo veía con frialdad.
Si lo he conseguido todo el disfraz, una mascara y todo lo demás que me pediste.
El invitado esbozo una leve sonrisa y se sentó en uno de los muebles que estaban en la sala de la casa de juan. El invitado consulto su reloj y vio que eran las 11:40. Le sobraban 20 minutos para charlar con juan.
¿Tienes el dinero?
Pregunto juan con ansias, el invitado asintió con la cabeza, juan sonrió y le invito un trago a su invitado, pero este se negó y a su vez le hizo una pregunta.
Dime juan ¿tu no tienes mujer? ¿O una amante?
Juan quedo extrañado con la pregunta.
¿A que se debe esa pregunta?
El invitado lo miro fijamente y le dijo.
Simple curiosidad, veras yo…
Juan interrumpió las palabras de su invitado para ir al grano.
No me interesa por que estas haciendo todo estos ni quiero saberlo, pero es mejor que hagamos esto rápido, no quiero que te vean aquí y que comiencen a sospechar que yo tengo algo que ver con esos crímenes.
El invitado lo vio y sonrió
Vaya… tienes razón juan no es conveniente que me vean aquí. Pero antes de irme quisiera probarme las cosas ¿te parece?
Juan asintió con la cabeza.
Se pone el manto negro, que le cubre todo el cuerpo, guantes negros que le cubre hasta la parte de los ante brazos, una mascara negra que le cubre las facciones de su cara y le tapa el color de sus ojos, se ve en un espejo de la sala y ve que su cuerpo queda cubierto bajo la tela negra.
Vaya se ve tenebroso.
Dijo juan mientras admiraba el disfraz de su invitado.
Parece una sombra.
Su invitado se voltea a verlo y piensa.
¿LA SOMBRA? Vaya me gusta seguro ha sido usted maestro que me ha dado ese nombre y se manifestó por medio de las palabras de este ser tan insignificante.
Juan espero unos minutos y volvió a decirle a su invitado sobre el dinero. El invitado camino hacia juan y le pregunto.
¿Que hora es?
Juan consulto la hora y con nervios le dijo
Son las… las 12.
Su invitado le dio las gracias.
De la mano derecha de LA SOMBRA salió una brillante daga, que rápidamente se incrusto en el abdomen de juan, este intento soltar un grito, pero LA SOMBRA con la mano izquierda le tapo la boca, otras tres puñaladas rápidas y certeras hicieron que juan se debilitaran… rápidamente se desplomo en el piso, la sangre le salía rápidamente de su cuerpo como un rio desbordado, otras dos puñaladas en el cuello le dieron el golpe de gracia a juan que quedo tendido en el suelo muerto, las demás puñaladas fueron para adornar el cuerpo, puñaladas tras puñaladas iban creando a lo que LA SOMBRA llamada su obra de arte.
Luego de terminar de apuñalar a juan, LA SOMBRA arrastro el cuerpo de juan hasta el centro de la sala, saco dos saquitos y dichos saquitos tenían monedas de plata las puso alrededor del cuerpo de juan. Posteriormente LA SOMBRA fue el depósito que tenía juan en su casa y vio que juan guardaba cajas de velas, LA SOMBRA tomo una caja de velas blancas y negras, volvió a la sala y comenzó a decorar el lugar del crimen.
Una vez que termino de poner cada vela, observo cada detalle de lo que había hecho, el cuerpo de juan en el medio de la sala, con velas negras y blancas a su alrededor mas las monedas de plata. LA SOMBRA saca su daga de nuevo y con su punta afilada le marca el número 66 en la frente del cuerpo de juan.
Luego de terminar su ritual LA SOMBRA limpio todo, borrando posibles huellas, dejando la escena del crimen limpia. Toma sus cosas y se esfuma como un fantasma.

Llega a su cabaña la respiración de José esta agitada, va a la cocina para beber un vaso de agua y recobrar el aliento. Una vez que se tranquiliza José se para frente a su altar saca del bolsillo izquierdo de su pantalón una moneda de plata y la coloca y la coloca frente al cráneo y dice.
Ahora si me darás lo que quiero

















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