![]() ![]() |
Mi guitarra![]() Primero que nada, mi nombre es Ariadna y tengo actualmente 15 años y vivo en México. Hoy, quiero contarles una historia que me pasó un dÃa domingo, como hoy, pero ya hace mes y medio. Todo es completamente real. Regresé a la casa en donde pasé la mayor parte de mi vida, donde ahora, vive únicamente mi tÃo y su perro. El dÃa fue por completo normal, hasta que, como a las 4 pm, a mi tÃo y a mi mamá les dió por salir un rato a caminar y pasar a visitar a sus primos, mis tÃos, que vivÃan cosiderablemente cerca. Dije que no querÃa ir, puesto que, tenÃa mucho sueño y preferÃa quedarme a dormir un rato. Total, se fueron y me desparramé en el sillón, poco a poco me fue dando sueño hasta que logré quedarme dormida. Un ruido en el segundo piso me despertó, dando yo un sobresalto espantoso; miré el reloj y marcaba apenas las 4:37 pm. Sonó como si se hubiese caÃdo un palo de escoba. Decidà subir a revisar que todo estuviera en orden y asà fue, todo estaba en su lugar, no habÃa ningún palo de escoba tirado en el suelo, si acaso mi antigua guitarra sobre la cama de mi tÃo, pero nadamás. Bajé las escaleras adormilada y volvà a recostarme en el sillón de la sala cuando oà que alguien caminaba en el piso de arriba y no paraba de hacerlo. ¿Cómo sabÃa que eran unos inconfundibles pasos? Fácil. En el segundo piso, hay láminas de barro que no están bien puestas y cuando uno camina sobre ellas, se escucha un sonido como de golpecitos en una mesa de cristal. -¿TÃo? -Grité algo espantada, ya que, aunque preguntara por mi tÃo, ya sabÃa que él no estaba allÃ. Obviamente, no obtuve respuesta, asà que, me armé de valor y volvà a subir las escaleras. Al llegar al descanso de las mismas, me detuve en seco y me quedé petrificada. Claramente pude escuchar que alguien estaba tocando la guitarra, se escuchaba muy bajo, pero estaba segura. Puedo apostarlo. Con el miedo tatuado en el cuerpo, con la respiración entrecortada, las manos sudándome hasta más no poder y el corazón latiéndome en la cabeza, seguà subiendo hasta llegar al arriba y pisar una loseta de barro. En cuanto la pisé e hice ruido, la guitarra se detuvo. Asomé mi cabeza al cuarto de mi tÃo y và que la guitarra estaba en el suelo; derrepente, la puerta se cerró lentamente y se oyó cómo comenzaban a tocar de nuevo. No puede más, salà corriendo y me quedé horrorizada en la sala, empecé a llorar y pensé en hablarle a mi madre pero seguro la preocuparÃa; decidà aguantarme, hacer de tripas corazón y no hacer ruido. Seguà oyendo la guitarra por otra hora más hasta que llegaron, mi tÃo y mi madre; la guitarra se detuvo instantáneamente al abrirse la puerta de la casa. Les comenté lo sucedido y sólo se quedaron viéndome feo. Unos dÃas después, mi mamá me contó que hubo una vez, que un abuelo de ella amaba tocar la guitarra, pero enfermó siendo joven, murió y ya no pudo seguir tocándola. Alomejor, él quizo tocarla una última vez, me dijo. |
![]() ![]()
Búsqueda personalizada
![]() ![]()
Juego flash Leonore
Juego flash young-death Juego flash Xombie Juego flash Terror Juego flash Chi Chian ![]() |
![]() |